Confesión viajera: Todo lo que hicimos para conocer el Glaciar Perito Moreno
Vamos a revelar uno de nuestros mayores secretos, porque tampoco nos hace sentir muy orgullosos, pero fue lo que en ese momento hicimos para conocer uno de los lugares que más nos llamaban en esta travesía por Sudamérica.
Una vez concluimos la visita a Cabo Vírgenes, lugar donde se ubica el Kilómetro cero de la Ruta 40 en Argentina, el siguiente punto marcado en el mapa y por el que moríamos de ganas de conocer en persona, era el Glaciar Perito Moreno, una colosal masa de hielo, considerada como una de las Maravillas del Mundo por su maravillosa manifestación natural en los Campos de hielo sur, que atrae a miles de personas a esta zona de la Patagonia Argentina.
Nos despedimos de Río Gallegos y seguimos en la ruta con dirección al norte, la idea era retomar la Ruta 40 y, aunque con pesar, descartamos por completo las Torres del Paine por falta de presupuesto, y ahora confiamos en que en un futuro, podamos conocer esa joya natural chilena.
El punto de llegada ese día fue en El Calafate, tras haber recorrido más de 300 km en 5 horas, nos encontramos con una ciudad mucho más grande de lo que pensábamos, muy turística y con un alto flujo de personas, pues estábamos en verano, la idea era hacer wild camping esa noche, vimos varios spots, pero nuestra intención era acampar lo más cercano posible a la entrada del Parque Nacional Los Glaciares.
La noche ya empezaba a caer, y en el camino que sale de El Calafate hacia el glaciar, justo venían en sentido contrario 2 motos, nos detuvimos para saludarlos y resultaron siendo colombianos, una pareja en una moto y otro viajero en la otra, regresaban de haber visitado el Perito Moreno y nos contaron precios y cómo era todo el proceso para ingresar al parque.
Después de esa charla, ubicamos un lugar a la orilla de un río para armar la carpa y cocinar algo de comida, con la bofetada llena de realidad al no tener el dinero para ingresar al parque pero con la esperanza de que como fuera, íbamos a poder visitar al día siguiente el Glaciar Perito Moreno, la única razón que nos había llevado hasta El Calafate.
Nuestro plan fue el siguiente, y aunque funcionó a la perfección, no nos hace sentir orgullosos de haberlo ejecutado, por el contrario, es algo que hubiésemos querido evitar pero ya pasó, y así fue la historia:
A las 4 AM nos despertó la alarma, levantamos todo y acomodamos de nuevo el equipaje en la moto, hacía mucho frío y todo estaba oscuro y silencioso, emprendimos camino hacia la entrada del parque, muy nerviosos por lo que estábamos haciendo, pero la misma adrenalina nos impulsaba.
Las liebres se atravesaban en la vía, asustadas por la luz de la moto, no había ni un alma más por aquella ruta solitaria, y tras recorrer 30 km llegamos a la entrada del Parque Nacional Los Glaciares, muertos de miedo, rogando a Dios para que pudiéramos pasar, todas las condiciones se dieron a nuestro favor y pudimos atravesar el arco de entrada, porque no había ningún obstáculo en el camino ni tampoco algún guardia que lo impidiera.
Al ver esto, no hubo más que acelerar y seguir avanzando, antes de que se hiciera de día. La luz del sol ya empezaba a asomarse y a reflejarse sobre el lago Roca, y a lo lejos empezábamos a divisar el glaciar, también iluminado por los primeros rayos de sol de ese día.
Paramos en un mirador a contemplar este amanecer tan extraordinario, cobijados por nuestros sacos de dormir, porque el frío era impresionante, y en ese éxtasis que estábamos viviendo, se acercaron unos guardaparques a hablarnos, lo primero que se nos pasó por la cabeza es que nos iban a sacar por no haber pagado, pero con toda la buena onda nos preguntaron el porqué habíamos entrado tan temprano, a lo que contestamos que para ver el amanecer, no nos pusieron problema y se fueron.
Después de eso, nos tranquilizamos un poco, pero confesamos que durante nuestra visita al parque nos sentimos como perseguidos, pero fue nuestra impresión por haber actuado contrario a nuestros principios y valores.
Una vez allí, y viendo lo que siempre soñamos tan cercano, dejamos a un lado la culpa y disfrutamos de cada uno de los ángulos que nos regalaron las pasarelas con vista al Glaciar Perito Moreno, estuvimos todo el día contemplando cada detalle que descubrimos a medida que lo observábamos.
No justificamos lo que hicimos y también estamos seguros que no volveremos a recurrir a algo así, sólo podemos decir que dadas las circunstancias en ese momento y estando tan próximos a cumplir un sueño que anhelábamos tanto, actuamos de esa manera, apostándolo todo por presenciar en primera persona al gran Glaciar Perito Moreno, y ahora nos queda como lección que si queremos ir a un lugar y hay que pagar un costo de entrada, debemos trabajar (si quieres apoyarnos puedes adquirir alguno de los productos de la Tienda Rolombiana aquí) para reunir el dinero necesario, y de esa manera también contribuir al turismo del lugar.
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📽 EL GLACIAR PERITO MORENO, UN IMPERDIBLE DE LA PATAGONIA ARGENTINA // CAP. 40 | Después de 7 meses de viaje, luego de despedirnos de nuestros amigos en Río Gallegos y de dejar atrás Ushuaia, empezaba un estilo de viaje diferente, más tranquilo y pausado, permitiéndonos conocer lugares imperdibles de la Patagonia Argentina, como lo fue lograr llegar al Glaciar Perito Moreno en El Calafate.
Majestuoso es lo único que podemos decir de este lugar tan impresionante, nunca habíamos sentido la magnitud de la naturaleza como la sentimos aquel día. Antójense con este video para que ustedes mismos sean testigos de la belleza de este lugar declarado como Patrimonio de la Humanidad y lo incluyan en su ruta. 📽
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