Debemos confesar que Chile era el país a evitar en esta ruta por Sudamérica, sabíamos que era de los países más costosos y que la conversión de pesos chilenos a pesos colombianos no era para nada conveniente para nosotros, así que el plan inicial era ir a esos lugares imperdibles de Chile, tomarnos la foto, grabar el videíto y pasar de una a Argentina, el país con el que comparte muchos pasos fronterizos a lo largo de su territorio.

Contrario a lo que planeamos, increíblemente Chile se convirtió en el país por el que más tiempo nos hemos quedado en esta travesía en moto. La primera vez que entramos a este país fue en diciembre de 2019 por el norte, estuvimos 11 días y cruzamos a Argentina por el Paso de Jama. 

2 meses más adelante, luego de conquistar el reto de llegar a Ushuaia y emprender el camino de retorno, quisimos recorrer una parte del sur de Chile, especialmente hacer la famosa Carretera Austral. De Los Antiguos (Argentina) cruzamos a Chile Chico (Chile) el 8 de marzo de 2020, pero el cierre de fronteras terrestres que desató esta locura de pandemia nos ha llevado a permanecer casi 2 años en tierras chilenas, resistiendo, trabajando y apostándole a seguir manteniendo vivo nuestro sueño de vivir viajando.

Chile para nosotros tiene un gran valor sentimental, le debemos mucho y pese a que nunca en nuestros planes estuvo el establecernos en un lugar, condiciones externas nos llevaron a experimentar cómo se vive en otro país.

Chile, al ser el país más austral de Sudamérica, presenta el fenómeno climático de las estaciones, allí tuvimos la oportunidad de vivir 3 veranos, 2 otoños, 2 inviernos y 2 primaveras, conocimos por primera vez la nieve y nos enfrentamos al frío más frío que hubiéramos sentido en nuestra vida.

Chile es el país más largo y más angosto del mundo, y comprende paisajes contrastantes, desde desiertos áridos y extensos, hasta glaciares imponentes que llegan hasta el mismísimo polo sur.

Chile es predilecto para el turismo por todos los atractivos que resguarda en su territorio, pero en definitiva, de Chile lo que más nos gustó fue su gente, las personas más maravillosas que hayamos podido conocer, que nos tendieron la mano cuando más lo necesitamos, y no dudaron en ayudarnos en este tiempo de pandemia, pese a ser unos perfectos desconocidos.